El 26 de diciembre de 1940, el Atlantic atraca en Port Louis con unos 1.500 judíos a bordo, expulsados de Palestina y deportados a la isla de Mauricio, por entonces colonia británica. En aquella época, Raj, apenas un niño, no sabía nada del mundo ni de las tragedias que en él se desarrollaban. Pero su encuentro con David, el niño judío; los campos de caña de azúcar, la violencia de su padre, la ternura maternal y el sol abrasador marcarán su vida para siempre.
Una novela que desvela un episodio del Holocausto hasta ahora desconocido. La inocencia e ingenuidad de los niños protagonistas frente a la tragedia, tal como sucede en El niño del pijama de rayas.
Dejemos claro desde el principio que a mi, "El niño con el pijama de rayas" no me gusta. Así que después de leer la psipnosis de la editorial cogí este libro con muchos reparos, que se me pasaron después de leer un par de páginas.
Raj, ya un tierno abuelo, consciente del poco tiempo que le queda de vida, se resiste a morir sin contar su historia, la de su infancia junto a una madre cariñosa y sumisa y un padre maltratador. Recuerda a sus dos hermanos y, sobretodo, necesita sacar de su interior los recuerdos de David, un pequeño niño judío, que se convirtió en su último hermano.
Está escrito en primera persona, en un lenguaje sencillo, apto para la mayoría de públicos. Lleno de sentimientos pero sin caer en sensiblerías, que cuenta un hecho de la Segunda Guerra Mundial casi desconocido.
Lo admito, tengo debilidad por esta época en concreto de la historia, todo lo que esté ambientado en ella me llama poderosamente la atención.
ResponderEliminarUn beso. Dolores
Pues te lo recomiendo de verdad, yo he aprendido mucho con este libro ya que a través de la infancia de Raj he podido descubrir la historia real
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