Leídos Junio y nueva sequía lectora

Pues ya ha llegado el calor y, como cada año, mi sequía lectora. Eso tan estupendo que te pasa cuando tienes unos 630 libros donde elegir y no te gusta NINGUNO. Para matarme, lo sé.


No empecé Junio demasiado mal, aunque Anxious no fuera nada del otro mundo, pasé unas horas entretenidas (no las suficientes para leer la segunda parte) y seguí al mismo ritmo con Hermanas de hielo

 Ninguno pasa de las tres estrellas en mi Goodread pero no están mal. 

El problema vino cuando leí Por qué los chinos siempre tienen tiempo, aunque reconozco que he subrayado algún fragmento, pero los libros de autoayuda/superación personal...no son lo mío.
En medio de Junio empezó el caos de cada año: exámenes, graduaciones, reuniones, notas, fiestas de fin de curso...multiplicado por dos. AGOTADOR. Necesitaba algo sencillo, a poder ser que me sacara una sonrisa (no sé porqué no me hago caso en esos momentos y me voy con mi "Maldito karma" o "Sin noticias de Gurb", quise probar algo nuevo y dinamitó todas mis ganas de seguir leyendo, una pena.

Por fín me recuperé un poco, releyendo a Jane Eyre con las chicas de Oasis Literario y disfrutando al máximo del lejano Oeste, a manos de Victoria Álvarez y su magnífico Silverville, novela bastante previsible pero magistralmente escrita. Victoria siempre es un acierto, tiene algo en su manera de escribir que atrapa. Leo todo lo que escribe, no puedo evitarlo.

Y llegué al punto álgido de Junio. El Intercambio de Rebeca Fleet es un magnifico thriller que me tuvo dando círculos una y otra vez mientras sentía la desesperación, obsesión y angustia de su protagonista. Sentir, esa es la palabra clave. Una novela que me haga sentir algo que no sea aburrimiento tiene sitio en mi estanteria. Original, cosa que últimamente digo pocas veces.
Y se acabó, empecé 6 libros y los dejé a medias. Así que hago algo que me recomendó mi amiga Noemí, leer algo que ya haya leído y me haya gustado. Y no, no fuí corriendo a buscar a Jamie que ya me lo se de memoria...aunque ahora que lo escribo...suena muy bien...

No, Jamie, no voy a leerte otra vez...todavía no.

Necesitaba una novela perfecta, original, una historia de amor preciosa y contada de manera magistral, aunque la haya leído un millón de veces, lo tenía clarísimo, Contra el viento del norte. Me encanta vivir el enamoramiento entre Emmi y Leo, es algo tan precioso...y tiene un final PERFECTO si, como a mí, te gustan los finales abiertos. Creo que es de las únicas novelas románticas que consigo leer sin vomitar con tanto cliché. Emmi es perfecta para Leo, aunque esté casada y sólo se conozcan por un mail equivocado. El destino...

Pero el ser humano tiene tendencia a joder las cosas, sobretodo si hay dinero encima de la mesa. Así que en vez de dejar ese final apoteósico, el autor se atreve con la SEGUNDA PARTE. Y, aunque reconozco que no se le da mal y que Cada Siete olas es una buena novela, no se acerca lo más mínimo a la perfección y la magia de la primera. Pero, obviamente, las tengo que leer seguidas y quedarme con la horrible sensación de haber perdido algo...
Y ya. Nada más. Desde el 26 de Junio soy incapaz de encontrar un libro que me atrape mínimamente. Nada, no hay manera de encontrar nada. He abandonado Un matrimonio perfecto al 80% porque se me hace eterno (y adoro a Paul Pen) tampoco he conseguido entrar en el mundo de La quinta víctima...
Voy a darle una oportunidad a Furyborn que, a lo mejor, es que llevo demasiado tiempo sin fantasía y a ver si consigo leer La hija del relojero para la Lectura Conjunta, pero con la actitud que arrastro estos días lo veo complicado.
Siempre me quedará volver a Escocia de la mano de Jamie...

My pleasure, James.